Esta mosca se presentó una de estas mañanas entre primaveral y veraniega. Y de buenas a primeras se coló en mi pieza.
Mi pieza no es muy amplia, pero sí lo suficiente para que entremos en ella una mosca y yo.
La pieza estaba en penumbra, como tienen que estar las piezas por las mañanas. Yo dormía, que es para lo que están hechas las mañanas.
La mosca pudo volar a su placer por la habitación, pero las moscas nunca se satisfacen si no molestan. En esto se parecen a muchas personas...
Antonio Diaz Cañabate
jajajaja!
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Me encantó Ju! no sabía que tenías un blog ;) congrats! está muy bueno! tk
ResponderEliminarJuli, yo tampoco sabía que tenías un blog! O ya lo abandonaste?
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